Semana Santa en clave actual: seis símbolos que inspiran
La Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana ha organizado una serie de actividades para vivir este tiempo, con Cristo en el centro; mientras que la Facultad de Teología propone una reflexión actual en base a seis símbolos esenciales de este tiempo litúrgico, como el ayuno, la cruz y el vía crucis.

La Semana Santa es el corazón del año litúrgico y nos invita a vivir con profundidad los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Este 2025, en el contexto del Año Jubilar proclamado por el Papa Francisco, el llamado es claro: redescubrir que la esperanza no defrauda. El año jubilar, también conocido como año santo, es un tiempo especial de la Iglesia Católica que se celebra cada 25 años. Es un tiempo de renovación espiritual, reconciliación y perdón de pecados.
El Pbro. Jorge Merino, Capellán Mayor UC, destaca que este tiempo de Semana Santa es un regalo que la Iglesia ofrece para meditar en la centralidad de la fe. En medio de las dificultades, la esperanza cristiana se convierte en un faro que sostiene e impulsa a seguir adelante.
“Desde la UC, se nos presentan dos caminos complementarios para vivir estos días con sentido. Por un lado, el calendario académico nos brinda la oportunidad de detenernos en la vorágine del año universitario, ya que el jueves y viernes santo no hay actividades programadas. Esto nos permite disponer de un tiempo privilegiado para la reflexión y la oración, ya sea en nuestras casas, en familia o participando en las celebraciones de la Iglesia”, indica el sacerdote.
“Por otro lado, la Pastoral ha preparado una serie de actividades para acompañar esta vivencia. Desde el lunes hasta el miércoles santo, la comunidad universitaria podrá participar en diversas instancias, como el domingo de ramos (que se celebrará el lunes), la liturgia penitencial, el retiro espiritual y el Vía Crucis. Estas iniciativas, junto con los recursos disponibles en las redes sociales de la Pastoral, nos invitan a dar un paso más allá y hacer de esta Semana Santa un tiempo realmente distinto”, recalca el padre Merino.
El desafío que plantea el sacerdote es claro: Semana Santa no es solo un receso, sino un tiempo para detenerse y preguntarse cómo queremos vivir la fe. Independientemente de si nos quedamos en casa, salimos de la ciudad o participamos en comunidad, lo esencial es abrir el corazón a la experiencia de un Cristo que nos ama y nos invita a renovar nuestra esperanza.
Reflexión por medio de símbolos

Semana Santa está cargada de símbolos. Algunos los reconocemos fácilmente —la cruz, el pan y el vino, la procesión del vía crucis—, otros pasan más desapercibidos, pero tienen una riqueza enorme. Cada signo es una puerta al misterio pascual y una invitación a renovar nuestra vida a la luz de la fe.
La Facultad de Teología busca acompañar este tiempo con una propuesta concreta: seis símbolos de Semana Santa explicados desde la mirada teológica y actual de sus académicos. Los símbolos seleccionados son: el ayuno, el pregón pascual, el agua y el fuego, la cruz, la tumba vacía y el vía crucis.
Semana Santa no es solo un receso, sino un tiempo para detenerse y preguntarse cómo queremos vivir la fe.
1. Ayuno
El ayuno no se limita a una práctica de renuncia alimentaria. Es un gesto de apertura interior, de disposición a escuchar a Dios y al prójimo. En tiempos marcados por el consumo y la inmediatez, el ayuno se convierte en una forma de resistencia espiritual y de solidaridad concreta.
El profesor de la Facultad de Teología Fernando Soler, explica: “El ayuno y el descanso en Semana Santa nos confrontan con una verdad fundamental. Cuerpo y espíritu conforman en el ser humano una unidad inseparable. Esta unidad, que es la persona humana, debe ser respetada por toda la sociedad.
“Ayuno y descanso van de la mano porque ambos reconocen y honran esta integridad irreductible. Ambos nos recuerdan que somos más que productores o consumidores. Somos personas cuya dignidad reside en esta unidad de cuerpo y espíritu que merece ser respetada siempre y especialmente los días que sostienen nuestra tradición cultural y religiosa”, recalca Soler.
2. Pregón pascual
El pregón pascual, proclamado en la Vigilia de Pascua, es un canto de esperanza y de alegría. Anuncia que la luz ha vencido a las tinieblas, que la vida ha triunfado sobre la muerte. Hoy, este símbolo nos recuerda la necesidad de buenas noticias y de voces que proclamen la esperanza en medio del dolor.
Haddy Bello, vicedecana de la Facultad de Teología, indica: “El Pregón Pascual o conocido como Exulted o Exulten, por ser las primeras palabras con que comienza, es reconocido como el anuncio, el primer testimonio de la resurrección de Cristo. Es un canto que nos llena de esperanza y nos invita a poner la mirada en Jesús. Y en este año del jubileo de la esperanza, podemos recoger esa propia esperanza de Cristo y hacerla nuestra. Podemos transmitirla a nuestra vida, reconocer que Cristo ha vencido a la muerte, que ha vencido a la opresión, la esclavitud y la injusticia. Y nos da la apertura para mirar un futuro con mayor esperanza, con mayor apertura a la salvación”.
La académica invita a reconocer en este Pregón Pascual en la Semana Santa, en su vivencia íntima con el amor de Dios, cómo este cántico de acción de gracia nos ilumina hacia un futuro con Cristo. “Los invito a reconocer y a recordar esto cuando celebremos el Sábado Santo, la noche en que Cristo venció la muerte”, exclama.
3. Agua y fuego
Durante la Vigilia Pascual, el fuego y el agua son protagonistas: el fuego nuevo que ilumina la noche y el agua que renueva en el bautismo. Ambos elementos representan vida, transformación y renovación. Son signos que nos hablan de nuevos comienzos y de la acción del Espíritu en nuestra historia.
El académico Rodrigo Álvarez explica: “El sábado Santo celebramos en la noche la Vigilia Pascual, la cual se articula mediante dos símbolos, uno al comienzo y uno al final. El símbolo del comienzo es el fuego que todo lo alumbra, todo lo calienta. Que arde en el corazón de la persona y también arde en el corazón del mundo. Es así como ese fuego primordial, el cual está simbolizado en una fogata, se va extendiendo mediante las velas. De igual forma, el mundo actual requiere un reencantamiento de esa fuerza”.
“El otro símbolo es el agua, la cual va vinculada a una acción concreta, que es la renovación de las promesas bautismales. El agua limpia, el agua purifica, el agua también alimenta. Es símbolo de una nueva vida, es decir, si no tenemos agua, morimos, pero también el agua tiene un contexto muy importante que nos limpia”.
“Ambos símbolos, agua y fuego, parecieran ser contradictorios, pero en verdad implican una sola realidad. Esa realidad es nuestra experiencia de fe que celebramos en la Vigilia Pascual”.

4. Cruz
La cruz es el símbolo más universal del cristianismo. Pero más allá de lo religioso, es también un signo profundo de compasión y entrega. La cruz nos conecta con el sufrimiento humano, pero también con la promesa de redención y de amor hasta el extremo.
Fernando Verdugo, académico de la Facultad de Teología, analiza con sensibilidad: “Al contemplar la Cruz de Jesús, uno comprende la brutalidad a la que es capaz de llegar el ser humano, de crucificar a un justo, y hoy día, provocar tantas víctimas de la injusticia, millones de seres humanos que padecen fruto de nuestra propia brutalidad. Por otro lado, contemplamos hasta dónde es capaz de llegar Dios para expresar nuestro amor incondicional, un amor que nos libera de todas nuestras miserias”.
5. Tumba vacía
La tumba vacía es signo de un Dios que rompe los moldes de lo esperado. Nos habla de resurrección, pero también de sorpresa, de novedad y futuro. Nos recuerda que la muerte no es el final y que siempre hay posibilidad de volver a empezar.
El profesor Mario Inzulza expresa: “Es paradójico que el primer signo de la resurrección sea un lugar vacío, la tumba vacía. El texto de Juan nos cuenta que mujeres van durante la noche a buscar el cuerpo de Jesús y no lo encuentran. Y en ese lugar, vacío y todavía oscuro, resulta que descubren la fuerza de la vida y la fuerza de la resurrección. No lo creyeron inicialmente, pero a medida que lo van contando, los otros van también abriendo los ojos y descubren la presencia del resucitado”.
En reflexión sobre la muerte y la oscuridad, el académico analiza la Plaza de la Paz que se erige en el campus San Joaquín, cerca de la Iglesia: “Este lugar, que conmemora 50 años del golpe de Estado aquí en Chile también tiene algo de eso. Mujeres fueron las primeras que empezaron a insistir a todo el resto de los chilenos de que había sucedido algo. De que la muerte no tenía que ser lo que debía primar no debía ser la oscuridad, sino que más bien la luz, la fuerza de la verdad y, sobre todo, la fuerza de la vida”.
La tumba vacía es signo de un Dios que rompe los moldes de lo esperado. Nos habla de resurrección, pero también de sorpresa, de novedad y futuro.
6. Vía crucis
Más que una devoción, el vía crucis es un recorrido espiritual y humano. Caminar junto a Jesús en su pasión nos invita a reconocer a quienes hoy siguen cargando cruces pesadas. Es un camino de empatía, memoria y fe activa.
El también académico de la Facultad de Teología, Pablo Arteaga, comparte su punto de vista: “En la Semana Santa, uno de los signos principales es el vía crucis, el camino de la cruz, que es un signo que recuerda a Cristo que camina hacia la cruz, donde será crucificado. Hoy día, también en nuestra vida, hay muchos que caminan en el camino de la cruz. Hay personas que sufren en sus familias, en sus hogares, verdaderos vía crucis, momentos y situaciones de dolor que van cargando a sus hombros, como Cristo cargó la cruz. Cuando recemos el vía crucis esta Semana Santa, recordemos el dolor de nuestros hermanos”.
Los símbolos son lenguajes que nos permiten tocar lo invisible. Esta Semana Santa, desde la Teología UC, queremos invitarte a redescubrir el poder transformador de estos signos. Que cada uno de ellos te ayude a vivir este tiempo con mayor profundidad, compasión y esperanza.
Te invitamos a participar en las actividades que ha preparado la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana. Vivamos este encuentro con Cristo a través de las diferentes instancias que hay preparadas en la UC. Para ello, además, ponemos a disposición el libro de Semana Santa 2025, que busca que todo aquel que quiera comprender más profundamente lo que se vive en este tiempo, pueda hacerlo guiado por este material.
*Para más información, ingresa a pastoral.uc.cl/semanasanta
*Revisa también el especial de Semana Santa en Agenda UC