Residencia Artística en Ayquina celebra 10 años de diálogo entre Fe y Arte con participación de Teología UC
Estudiantes y académicos de la UC vivieron la devoción de la Fiesta de la Virgen de Guadalupe de Ayquina en la X Residencia Artística, un proyecto interdisciplinario que, desde 2013, invita a la reflexión y creación en torno a la espiritualidad y la cultura en el norte de Chile.
Estudiantes y académicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile participaron en la X versión de la Residencia Artística de la Fiesta de la Virgen de Guadalupe de Ayquina, un proyecto conjunto entre la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana y la Facultad de Artes UC, con el patrocinio de la Vicerrectoría de Investigación. Esta residencia, que se realiza desde 2013, invita a la comunidad universitaria a sumergirse en la experiencia de una de las festividades religiosas más importantes del norte de Chile, con el fin de reflexionar y crear obras artísticas que conecten la fe y la cultura.
Este año, la residencia celebró su décimo aniversario, marcando una década de compromiso con la reflexión interdisciplinaria y el diálogo entre fe y arte. Desde su inicio, la iniciativa ha buscado ofrecer a los estudiantes y docentes de la UC una oportunidad única de aprendizaje y creación en contextos de significación religiosa y cultural. La X versión de la residencia se realizó con especial entusiasmo, destacando el impacto de esta experiencia formativa a lo largo de los años y reafirmando su valor como espacio de integración y desarrollo artístico.
En esta ocasión, las estudiantes Camila Salinas y Teresita Ossandón, junto al profesor Federico Aguirre de la Facultad de Teología, formaron parte del equipo de participantes que viajó a Ayquina para vivir esta experiencia única. La delegación estuvo compuesta por cuatro académicos UC: Gala Fernández (Teatro), Luis Prato (Arte), Giorgina Rossi (Música) y Federico Aguirre (Teología), quienes no solo actuaron como comité de selección de los participantes, sino que también los acompañaron en el proceso de creación artística. El grupo incluyó, además, a nueve estudiantes y representantes de la Pastoral UC, quienes contaron con el apoyo espiritual del capellán del Campus Oriente, Pbro. Javier Concha.
Durante la residencia, los participantes no solo fueron observadores de la Fiesta de la Virgen de Guadalupe de Ayquina, celebrada cada año el 7 y 8 de septiembre, sino que también se integraron a las tradiciones locales. Bailes religiosos como la diablada, el tinku y el caporal ofrecieron una rica fuente de inspiración para los proyectos artísticos, en los cuales se exploró cómo la devoción religiosa se entrelaza con la identidad cultural del norte chileno.
Cada participante, desde su perspectiva disciplinaria, desarrollará una obra que refleje la vivencia espiritual y cultural de la fiesta. El objetivo fue generar una instancia de reflexión interdisciplinaria y fomentar un acercamiento a la fe “encarnada en la cultura” (Evangelii Gaudium, n. 123).
Camila Salinas, definió la experiencia como un regalo. “Participar en la residencia artística fue un regalo en mi formación como futuro teóloga, pero también un regalo para cada uno de los participantes que eran de la Escuela de Arte, de Música, de Teatro y de Teología. Creo que vivir una experiencia así, tan de cerca y tan distinta, enriquece mucho tu experiencia de vida y como futuro académico. Estar allá con la gente, poder vivirlo con ellos, escuchar sus testimonios enriquece mi vida de fe, me hace reflexionar y especialmente me conmueve. Me conmueve esa experiencia que es tan distinta, pero en la que uno descubre lo común que es el amor a Dios, que es el amor a la Virgen y que se despliega de forma tan original. Tengo muy vivo en los recuerdos los colores, los bailes, la sonrisa, los rostros, tantas voces que nos contaron su historia y espero en gratitud también poder plasmarlo en esto que va a ser el producto artístico que vamos a presentar el 14 de noviembre en el Campus Oriente para que puedan empaparse de lo que fue este dejarse conquistar por el desierto, dejarse conquistar por su gente y que todos puedan despertar este anhelo de vivir la fiesta, de conocer un poquito y se puedan encantar como lo hicimos nosotros, de esta tremenda fiesta que vivimos en el desierto y que hizo descubrir una nueva versión del desierto florido, ahora florido de los colores, de los bailes, de la alegría de la gente que tanto ama a la Santísima Virgen”, declaró.
El Prof. Federico Aguirre ha asistido a la residencia desde 2016 y destaca esta instancia como un espacio que facilita el trabajo interdisciplinario. “La residencia artística es un proyecto muy atractivo para la Facultad de Teología, porque permite profundizar el trabajo conjunto con estudiantes, principalmente de disciplinas artísticas. Además, brinda la oportunidad de conocer la ‘materia prima’ de la fe del pueblo en sus fiestas religiosas, acercándose a ellas a través del arte y la investigación de campo. Creo que, en última instancia, esta experiencia puede ofrecer herramientas valiosas para estudiar e investigar este tipo de expresiones de fe”, concluyó.
La Fiesta de la Virgen de Guadalupe de Ayquina, situada en el corazón del desierto de Atacama, se ha convertido en un importante evento de peregrinación que atrae a más de 70.000 fieles cada año. Con sus fuegos artificiales, danzas tradicionales y misas, la festividad no solo es una expresión de fe, sino también un testimonio del rico patrimonio cultural de la región.
La Residencia Artística de la UC, al sumarse a esta celebración, busca fortalecer el vínculo entre arte y espiritualidad, brindando a los estudiantes y académicos una oportunidad única de aprendizaje y creación en un entorno de profunda devoción.