Teología UC inicia espacio de formación para diáconos
Gracias a la alianza estratégica entre la Facultad de Teología UC y la Escuela de Diaconado Permanente del Arzobispado de Santiago, alrededor de 50 candidatos a diáconos recibirán formación teológica para fortalecer su rol evangelizador en sus comunidades y potenciar su servicio como miembros activos de la Iglesia.
Un hito histórico es el que vive la Facultad de Teología UC. Durante agosto cerca de 50 candidatos a diáconos y algunas de sus esposas, comenzarán su proceso de formación teológica en la Facultad de Teología, en el marco de la Escuela de Diaconado Permanente del Arzobispado de Santiago.
El programa busca que los candidatos comprendan y valoren los puntos esenciales de la doctrina con apertura de corazón, haciéndose capaces de dar razón de su fe, confiando en la escucha y en el diálogo como herramientas esenciales para conocer y comprender la sociedad contemporánea donde tendrán que concretar su ministerio.
El proceso formativo, que cumple con las exigencias de la Santa Sede, durará 4 años y se distribuirá en cuatro diplomados; Biblia: claves fundamentales para la comprensión de las Escrituras; Teología: cuestiones centrales de la fe cristiana; Teología Pastoral: herramientas para el trabajo Pastoral y Teología Pastoral: discernir las prácticas y contextos pastorales. Se darán 24 cursos en total cada año.
Estos dependerán administrativamente del área de Educación Continua de la Facultad de Teología UC e incluye la certificación para ellos y las esposas que los acompañen en este desafío. El modelo de formación se desarrollará en vespertino los martes y jueves, constituyendo un nuevo espacio formativo que se abre en la facultad, que en su historia siempre ha estado y sigue estando al servicio de la Iglesia y la sociedad.
Ceremonia de inauguración
Para dar inicio a este anhelado proyecto, el 2 de agosto se celebró una Eucaristía en el Templo Sagrado Corazón, del Campus San Joaquín. La ceremonia fue presidida por Monseñor Alberto Lorenzelli, Vicario General de la Arquidiócesis de Santiago, quien agradeció esta alianza virtuosa e invitó a los candidatos a diáconos a fortalecer su fe y a encontrar a Dios, sobre todo en los momentos más difíciles de la vida. “La Facultad es el lugar para reflexionar nuestra fe. Los invito a seguir la misma recomendación que me dieron cuando inicié mis estudios de teología. Se estudia con la mente, se estudia con el corazón y se estudia de rodillas en intimidad y silencio para rezar a Dios”.
Finalizada la bendición de envío, se realizó una ceremonia de inauguración en el salón de actos de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas UC, encabezada por el vice gran canciller, Pbro. Tomás Scherz y el decano de la Facultad de Teología, Prof. Fernando Berríos.
En la instancia el decano declaró su satisfacción y orgullo por la realización de este programa, ya que asegura el cumplimiento de la misión propia de la Facultad, vinculada a la academia y la formación teológica de hombres y mujeres, que están consagrados a servir como miembros de la Iglesia. “Tenemos plena convicción de la importancia que esto puede tener, porque en la situación actual de la Iglesia, la presencia de los laicos y en este caso de hombres de familia, que están en la primera fila de la vida de la Iglesia, puede tener una repercusión enorme para el Pueblo de Dios, en lo que respecta en la escucha de la Palabra de Dios, a su auténtica interpretación sobre bases sólidas teológicas, siguiendo las directrices del magisterio”.
Por su parte, el Pbro. Tomás Scherz, agradeció a la Facultad de Teología UC, la apertura de este nuevo espacio formativo, que por su historia siempre ha estado al servicio de la Iglesia y el país. “Y si bien la formación del candidato de diaconado permanente considera dimensiones humanas, espirituales, intelectuales y pastorales, diría que sería un flaco favor no apreciar la especialidad de la Facultad de Teología, fundamentalmente la académica, que ha accedido a ayudarnos en la reflexión de la vida pastoral enraizada en la vida de todos los días”.
Durante el acto se proyectó un mensaje en video del canciller de la UC y arzobispo de Santiago, cardenal Celestino Aós, quien motivó a los futuros diáconos a prepararse a consciencia en su formación. “Ustedes inician una nueva etapa de formación en la Facultad de Teología y allí van a ir recibiendo los conocimientos, pero también van a tener que ir formando su propio corazón, para ser un corazón acogedor, misericordioso como el de Jesús, servidor”.
Sergio Retamal, de la Parroquia San Esteban Mártir de La Pintana, es uno de los futuros diáconos. Durante la jornada agradeció la oportunidad de profundizar los conocimientos para luego servir a la comunidad y convertirse en un agente evangelizador y de apoyo a los más necesitados. “Es un sueño hecho realidad, porque en mi vida tenía sueños de llegar a la universidad, pero por recursos económicos nunca pude. Esta es una gran oportunidad que nos ha dado la Escuela de Diaconado y la Universidad Católica”.
Susana Carreras, de la Capilla Avemaría de La Reina, acompañará a su marido en este proceso de formación. Asegura que ser parte de este proceso es un llamado y un regalo de Dios. Agrega que se siente feliz de asumir este desafío de formarse como matrimonio, para luego impactar positivamente a otros. “Somos agentes evangelizadores. Si nos comprometemos entre todos vamos a tener un mejor Iglesia y vamos a ayudar al que lo necesita, al que tiene un dolor. Nos ayudará a tener más herramientas para poder apoyar a los demás con profundidad desde lo teológico”.
¿Cuál es la labor de un diácono? Son las personas encargadas de animar a los cristianos en su propia vocación de servicio, tanto en el orden de la solidaridad como de la evangelización y que forman parte del personal consagrado. El diácono tiene la misión de ser un colaborador en el ministerio del Obispo y del presbítero, un animador de las Comunidades Eclesiales de Base (capillas). Su carisma radica en animar a los cristianos en su propia vocación de servicio, tanto en el orden de la solidaridad como de la evangelización y edificación de la comunidad eclesial.
Los diáconos permanentes son, por lo general, hombres casados, que reciben este ministerio para colaborar con el Obispo en el quehacer pastoral y de evangelización de la Iglesia.