Fernando Berríos es el nuevo decano de Teología UC

3 de Octubre 2019

El año 2010 Fernando Berríos Medel cumplió un anhelo que tenía desde que terminó sus estudios de pregrado en Teología: volver a su alma mater. “Hijo de esta facultad”, como él mismo lo dice, comenzó como un estudiante más, luego como profesor y hoy asume como nuevo decano de la Facultad de Teología UC.

A comienzo de los años 90, Fernando Berríos partió a Alemania a hacer el doctorado en Teología en la Universidad Eberhard-Karls-Universität de Tübingen, junto al profesor Peter Hünermann, destacado teólogo que también formó a otros profesores de la facultad, como Juan Noemi y Joaquín Silva. Ahí vivió durante cuatro años y medio junto a su esposa y su primer hijo, nacido a comienzos de ese mismo año 1990 en Santiago. Seis años después volverían a Tübingen, también como familia, para una investigación post-doctoral financiada por la Fundación Alexander von Humboldt.

Su retorno a Chile tras la obtención del doctorado lo llevó, con su familia, a la vida en provincia. Trabajó durante 12 años en la sede de Coquimbo de la Universidad Católica del Norte. Ahí se desempeñó como profesor de Eclesiología y de varias otras materias de la teología dogmática. Según recuerda, fue una experiencia muy valiosa desde el punto de vista humano, profesional y también eclesial, puesto que la universidad atendía por entonces a una gran cantidad de seminaristas de diversas diócesis del norte chileno, además de laicos que se preparaban para ejercer como profesores de religión.

De vuelta en Santiago en 2007 —transcurridos casi 17 años lejos de la capital— Fernando Berríos pudo explotar un perfil más investigativo. Ingresó a la Universidad Alberto Hurtado como coordinador de los cursos de Formación General y como investigador en el Centro Teológico Manuel Larraín; “Fueron unos años muy fecundos y muy intensos”, reconoce. “Yo venía de una labor académica más bien clásica, centrada principalmente en la docencia y en tareas de gestión, con una menor dedicación a la labor investigativa; en el Centro Manuel Larraín, en cambio, tuve una inserción muy fuerte en el trabajo de investigación. De hecho, me tocó ser uno de los editores de los dos primeros volúmenes de la colección “Teología de los Tiempos”, que es la primera y principal del centro (…) Fue muy interesante esa experiencia, pues esos tomos son obras colectivas y por lo tanto fue necesario aprender a coordinar el trabajo de muchas personas, todas muy competentes”.

Un año más tarde, en 2008, retomó los vínculos con la Facultad de Teología UC, sirviendo algunos cursos. Ingresó a la planta ordinaria de la Facultad, como profesor Asistente, el año 2009 y al año siguiente se integró ya con media jornada de dedicación. A partir del segundo semestre del año 2011 se incorporó definitivamente a la Facultad con dedicación exclusiva. En la docencia, al comienzo se hizo cargo de las asignaturas de Eclesiología y de Eucaristía en la Licenciatura en Estudios Pastorales y luego colaboró también en un Diplomado en Teología que por entonces se impartía para laicos. Paralelamente, asumió la asignatura de Sacramentos de Iniciación Cristiana en la carrera de Licenciatura en Teología. En los años posteriores retomó además actividades de investigación y de docencia sobre el método antropológico-trascendental del teólogo alemán Karl Rahner.

En el ámbito de la docencia, le ha correspondido servir en diversos cargos: como director de la Licenciatura en Estudios Pastorales y luego del área de Formación General, para pasar a desempeñarse como Secretario de la Facultad durante el decanato del Prof. Fredy Parra (2013-2016) y el segundo decanato del Prof. Joaquín Silva (2016-2019).

En el año 2016 recibió el Premio de Reconocimiento a la Excelencia Docente (PRED) correspondiente al año 2015, y en el mes de agosto de 2018 fue promovido a la categoría de profesor Titular, luego de haber recibido el respectivo nihil obstat de la Congregación para la Educación Católica , en la Santa Sede. “Para mí, estos reconocimientos son como un añadido, un plus, a una experiencia de trabajo que ha sido siempre muy gratificante. En ese sentido, me siento un privilegiado. Tengo la esperanza de que el decanato pueda ser también —dentro de las responsabilidades y de las complejidades propias del cargo— una experiencia igualmente positiva”.

El decanato

Respecto al decanato, el Prof. Berríos tiene identificados algunos desafíos principales, los cuales están relacionados con el funcionamiento interno de la facultad y que son parte del legado del decano saliente, Joaquín Silva. “He tenido la fortuna de asumir el decanato de la Facultad después de un periodo muy fructífero, el del decano Silva, quien llevó adelante proyectos muy relevantes”, comentó.

En esta línea, explica que el  primer gran desafío será el “afianzamiento y la consolidación de la nueva estructuración orgánica de la facultad, la cual está prácticamente concluida en su diseño definitivo”. En segundo lugar, la culminación del trabajo de revisión de los Estatutos de la Facultad, proceso en el que le correspondió participar de modo muy especial, ya que el decano Joaquín Silva me encargó presidir la comisión ad hoc, en razón de mi cargo de Secretario de la Facultad.

Crisis de la Iglesia

La crisis de la Iglesia es otro de los desafíos que enfrenta el nuevo decano. Como él explica, “siempre se ha dicho ‒y con bastante razón‒ que nuestra Facultad es una caja de resonancia de lo que pasa en la Iglesia y en la sociedad”. Por lo mismo, “a nosotros como comunidad académica nos ha tocado vivir muy intensamente esta crisis”.

La Universidad Católica ha tomado la iniciativa de ser un aporte al respecto. Según explica, “este aporte es lo propiamente universitario, es decir,  un acercamiento académico a la problemática, para tratar de entender mejor lo que ha pasado y, al mismo tiempo, ofrecer pistas de solución y superación a esta crisis”.

En lo concreto, la Facultad de Teología participa de dos instancias al interior de la Universidad: la “Comisión para el análisis de la crisis de la Iglesia Católica en Chile”, de cuyo consejo directivo el decano de Teología es parte; y además con la participación de dos académicos de la Facultad en subcomisiones, nombrados por el decano, con el acuerdo del Consejo de Facultad: la Prof. Claudia Leal y el mismo Prof. Berríos. La segunda iniciativa de la Universidad ha sido la creación del Centro CUIDA UC, que promueve y desarrolla una labor de investigación sobre la realidad del abuso y de eventos adversos en los niños, niñas y adolescentes abusados, con especial atención al contexto eclesial. Uno de los miembros del Consejo del directorio de este Centro y activo gestor del mismo, es el profesor y exdecano de nuestra Facultad, Samuel Fernández.

De esta forma, “la facultad está prestando una colaboración en el ámbito que le corresponde, que es lo propiamente académico,  porque somos una entidad académica. Además de eso, hemos ofrecido nuestro aporte a otro tipo de actividades de índole más pastoral que también están asumiendo esta problemática, ayudando al pueblo de Dios en su conjunto a reflexionar sobre el hoy el futuro de la Iglesia, desde la conciencia de una crisis profunda”, finalizó. Se abre así, un decanato en que una vez más la Facultad de Teología desea desarrollar su labor académica al servicio de la Iglesia y de la sociedad.